viernes, 18 de enero de 2013
KAMASUTRA GAY EL TALLO
En esta posición el pasivo se tumba sobre su espalda, flexionando una pierna y apoyando la otra sobre el hombro de su compañero que, de rodillas, lleva a acabo la penetración. El activo puede someter aún más al pasivo si le agarra firmemente por las muñecas, dejándolo enteramente a su merced, pues en esta postura es quien decide la fuerza, intensidad y profundidad de la penetración. Se mantiene el contacto visual de los amantes y el pasivo puede jugar con su pene, si se le deja una mano libre, o acariciarlo contra el vientre de su pareja. Entre los inconvenientes quedan anulados los besos y se requiere también un gran aguante físico por parte del activo.
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